El narcogobierno de López Obrador
Por el momento, se carece de noticias de arrestos de figuras o líderes importantes del crimen organizado, la violencia crece y las operaciones de las organizaciones criminales siguen a la alza, en pocas palabras aumenta el poder del narco durante el gobierno de López Obrador, retomando lo manifestado a mediados del año pasado del Departamento de Estado del Gobierno norteamericano de Joe Biden, agregando la falta de esfuerzo para combatir el tráfico de drogas y ser muy pasivo para contenerlo.
Porfirio Muñoz Ledo, en una declaración reciente, manifestó la existencia de un gobierno aliado con el narcotráfico, principalmente con el cártel de Sinaloa, y la búsqueda de heredar a la siguiente administración su asociación con los delincuentes, mientras por otro lado se suma al ring, Francisco Labastida Ochoa excandidato presidencial del PRI, quien opinó en entrevista con Carmen Aristegui sobre la protección de la actual administración federal a organizaciones criminales así como el arreglo de López Obrador con Enrique Peña Nieto en el 2018 y los audios donde involucran a Manuel Velazco y el secretario de gobernación Adán Augusto López.
En contestación de las declaraciones antes mencionadas las cuales le “caló” al presidente, dijo que Muñoz Ledo es “corriente, muy vulgar y es un atrevimiento al afirmar la existencia de un vínculo temerario”, y subrayar sobre tal declaración proveniente de una persona quien ya está “chocheando”, sin mencionar, salir al quite en defensa de Obrador, algunos personajes de la 4T, entre ellos la jefa de Gobierno, que no es de extrañarse por su fuerte cercanía y los intereses por obtener la candidatura a la presidencia en el 2024.
López Obrador, dijó contra esos ataques: “sí tienen pruebas, preséntelas” a quienes lo vinculan con el narco, pero como defenderse si actos como el “Culiacanazo” o los saludos con la madre del “Chapo” Guzmán, refuerzan los dichos tanto de Muñoz Ledo como de Labastida Ochoa, siendo una versión a voces, sin mencionar la frase célebre de la presente administración sobre el combate al crimen organizado “abrazos y no balazos”, dejando en completo desamparo a la ciudadanía lidiando día con día con los diferentes cárteles y organizaciones criminales.
Mientras en administraciones pasadas, los arrestos o detenciones de líderes del narcotráfico, se celebrában con “bómbo y platillo” en diferentes momentos, en la actual administración no se ha visto tales cosas, podía haber sido una gran noticia trascendental en el sexenio de Obrador con la captura de Ovidio Guzmán, hijo del Chapo, pero lo dejó ir, y eso en otros momentos hubiera sido un gran escándalo que duraría todo el periodo de gobierno. Se menciona un total de 118 capos capturados solo en el inter de Felipe Calderón y Peña Nieto.
El ejército en la actual administración han sufrido de grandes humillaciones, donde hemos visto videos circulando donde son perseguidos a balazos por organizaciones criminales en diferentes partes del país, todo esto, se suma como pruebas de la posible complicidad del gobierno federal por dejar operar al crimen organizado y a los narcotraficantes, sufriendo las consecuencias la población, y es que tan solo en la presente gestión federal se tiene un acumulado de 105.804 asesinatos en 3 años superando las cifras de los sexenios de Calderón y de Peña Nieto.
Por último, en una nota de la revista Proceso, recalca la periodista Anabel Hernández la existencia de un pacto del partido Morena con miembros del cártel de Sinaloa, con la consigna de protección a cambio de ayuda en elecciones, por otro lado un artículo del Deutsche Welle, medio alemán, aseguraba la relación de López Obrador con organizaciones criminales que se remontan desde el años 2007.