Un escándalo sin precedentes en Australia
Las revelaciones de que el exprimer ministro de Australia se nombró a sí mismo en secreto para varios puestos ministeriales durante la pandemia provocaron una tormenta política el lunes, y su sucesor prometió una investigación rápida.
El primer ministro Anthony Albanese acusó a Scott Morrison de “actividad de hojalata” después de que se supo que el exlíder se había nombrado a sí mismo ministro de salud, finanzas y recursos, entre otros cargos, sin informar a sus colegas, al parlamento ni a los votantes. Al describir las acciones de Morrison como “extraordinarias y sin precedentes”, Albanese dijo el lunes que había buscado asesoramiento legal del procurador general y que sería informado más tarde hoy.
“Esta es una especie de actividad de hojalata que ridiculizaríamos si fuera en un país no democrático”, dijo Albanese. “Scott Morrison dirigía un gobierno en la sombra”.
En algunos casos, Morrison se convirtió a sí mismo en coministro sin informar a los miembros del gabinete que ya había designado para esos puestos. El escándalo ha arrojado luz sobre la naturaleza opaca de la toma de decisiones dentro del gobierno de Australia y ha planteado dudas sobre si se necesitan salvaguardias democráticas más estrictas.
Todavía no está claro cuántos puestos ocupó Morrison, pero los medios locales informaron que asumió la cartera de recursos y usó su poder para eliminar un importante proyecto de gas frente a la costa de Sydney.
La coalición conservadora de Morrison perdió el poder en las elecciones de mayo, poniendo fin a casi una década de gobierno de centroderecha en el país.
En Australia, los políticos electos son seleccionados por el primer ministro antes de ser juramentados por el gobernador general en una ceremonia formal que generalmente se registra públicamente. La experta en derecho constitucional Anne Twomey describió las acusaciones como “extrañas” y dijo que planteaban posibles desafíos legales a algunas de las decisiones del gobierno anterior. “El secreto involucrado en esto es simplemente extraño. Quiero decir, ya sabes, simplemente te preguntas qué les pasa a estas personas, si tienen que hacer todo en secreto”, dijo.
“Es completamente inapropiado. Vivimos en una democracia, que requiere transparencia”.