La ciencia en mi vida como profesional de la docencia.
La ciencia en mi vida, como profesional de la docencia, me insta a formar seres críticos, analíticos capaces de enfrentar a la sociedad y hasta de contradecirme a mí como maestra.
Como profesional, la ciencia me obliga a ser a ser más exigente con mis alumnos y conmigo misma. Me gusta que siempre haya competencia, no con sus compañeros sino con ellos mismos. Que entiendan que se deben superar cada día siendo mejores hijos, hermanos, estudiantes, ente social, etc.
La mejor forma de competir es exigiéndose cada día más y poniéndose metas que sean alcanzables. En cuanto a mis alumnos de música, les enseño sobre la importancia de la práctica diaria y que no se conformen solo con lo que yo les enseñe, sino que deben ser investigadores y dar siempre lo mejor de sí. Igual con mis alumnos de inglés y de cultura emprendedora, los que cuales deben convertirse en científicos para llevar a cabo un proyecto emprendedor que sea factible.
Siempre les digo a mis alumnos que para mí es una ofensa ver cómo se quedan callados cuando, de manera consciente emito juicios en su contra o de sus compañeros y estos no son capaces de enfrentarme por yo ser “la maestra”. Les explico sobre la importancia de no quedarse callados ante ningún abuso, que deben analizarlo todo y siempre enfrentar sus miedos. Que deben ser científicos en cada instante de su vida y no dar por buena y válida ninguna opinión sin antes escudriñar e investigar hasta conseguir su propia verdad.
Siempre les recuerdo que prefiero un estudiante que me enfrente, a uno que se quede callado ante cualquier injusticia, aunque esta venga de mi propia persona. Les digo que no quiero estudiantes “come libros” que aceptan todo sin investigar. Cierto es, que estos conocimientos sobre la ciencia me han ayudado a ser mejor docente y exigir más de mis estudiantes para lograr que ellos también comiencen la búsqueda de su propia verdad.
En fin, la ciencia en mi vida profesional es maravillosa y más aún porque me permite compartir lo aprendido con seres que están en pleno desarrollo de sus facultades intelectuales lo que me llena de satisfacción porque los estoy ayudando a aprender a tomar decisiones saludables y en su preparación de la ciencia para la vida.
Fragmento del ensayo “La ciencia en mi vida”, para la
Universidad Nacional Autónoma de México. (2016).