Ansiedad… a dos metros de ti.
Estaba como siempre, en la habitación del olvido
En penumbras, sola, sin hacer apenas ruido
Un haz de luz, entraba por la rendija de la ventana
Y yo…allí tumbada, con mi soledad acuestas, que me fui ganando a pulso durante tantos años.
Aun me queda algo de esperanza, de orgullo
Mi yo interior me amenaza como siempre, y yo le regalo mi ausencia, mi ignorancia;
A veces escucho voces detrás de la puerta y pienso…que hay otra vida, pero tengo miedo;
Ese maldito miedo…que, no, solo paraliza mi cuerpo, sino mi mente también
No puedo pensar con claridad, mi cuerpo se aflige, mi corazón late con fuerza, quizá demasiada, y me ahogo;
Me falta el aire, no puedo respirar, siento tanto dolor…
…El alma duele, duele mi pecho, duele la angustia, y tengo miedo
El miedo se apodera de mí por momentos, la angustia cobra fuerza, me encuentro débil la noción del tiempo es efímera, incisa.
Solo quiero que todo termine, me odio a mí misma, y me digo para que…
entonces es cuando tomo consciencia de todo, y respiro lentamente y profundo, me calmo;
De pronto todo va cobrando sentido, el aire, se hace respirable por momentos
Los músculos, van perdiendo su tesón, y sigo, respirando, mi corazón va más lento, el dolor en el pecho, se hace pequeño;
Miro a mi alrededor y sigo en mi habitación, ya paso todo, oigo de nuevo la vida.
Solo espero el momento, tener fuerzas, gritar…si hace falta…
…Tener el valor, y abrir, esa maldita puerta.