La gente-estatua.
Hay gentes que son como insípidas estatuas Que en sus bases, marmóreas, se yerguen y se estancan. Son extraños ejemplos de vida coagulada Por la quietud de su mente, por lo rancio de su alma.
La gente-estatua apenas si se mueve Y cuando lo hace, sólo a joder se dedica; A decirnos que vivimos nuestra vida erróneamente Porque lo saben todo, y a todos critican.
De estas gentes temerosas, el ayer es su guarida. ¡Los cambios sociales les causan pavor! Ya lo dictan así con su frase favorita: “¡En todo tiempo pasado, se vivía mejor!”.
Si se amontona la gente en Peatonal y Patricias Pidiendo la ración que se merecen de justicia, Alzando la voz, con sus hermosas pancartas, Ahí nomás las estatuas les gritan pavadas.
Dicen cosas como ésta, por su mala o nula memoria: “¡Las mejoras sociales no se logran con violencia!”. ¡Ay si supieran, un poquitito de historia, Se callarían sus bocas y agacharían la cabeza!
¿Su siglo favorito? Cualquiera excepto el presente
¿Lo mejor que se ha inventado? Y… los estratos sociales
¿A dónde habita el demonio? En la mujer y en su mente
¿Y su opinión de las libertades? Que vuelvan los militares
Si pudieran, las gentes–estatuas pararían el universo.
Ya no girarían las ruedas de los coches.
Y el Sol se quedaría muy quieto en el cielo
Y no habría movimiento que su quietud estorbe.
Un día charlaba tranquilo con Pepe Estatua
Hasta que apareció el tema de la economía;
¡Ay, por qué no mido mis palabras!
Soy un desubicado, es culpa mía;
–¿Qué piensa usted, Pepito, sobre la concentración de la plata?
–No lo comprendo, mi amigo, su dilema se me escapa…
–Pues, que casi todo el dinero
Está en pocas cuentas bancarias.
–¡Usted es un socialista, un fascista, un caradura!
–Pero Pepito, yo sólo pregunto…
–¡Fuera de mi casa, aquí no queremos ser Cuba!
–Pepe Estatua, usted exagera, y pone palabras en mi boca…
–¡El patrimonio es sagrado, incluso el del que lo roba!
–¿¡Acaso se escucha usted!? ¡Eso no tiene sentido!
–Y luego, me va a sugerir que se haga vivienda en las villas…
–¡Pero obvio que se lo digo! Cuente, ¿Por qué no se haría?
–¡Porque los pobres tienen sus modos, que son muy distintos del nuestro!
–¡Usted está trastornado! La inequidad mata a la gente…
–La inequidad es la mentira de algún demagogo demente.
–¡No puede hablarme en serio! Pero la pobreza estructural…
–¡Tal cosa es un chamuyo para no trabajar!
–Esto es de no creer, ¡Parece que hablara con unas piedras!
–Cómo que soy Pepe Estatua le digo:
En esta casa Usted ya no es bienvenido,
¡Váyase ahora mismo… y llévese sus ideas!
De aquella gente-estatua que es alérgica a lo nuevo,
Y que sólo pisa el barro por sus intenciones viles
De frenar todo intercambio y de matar todo proyecto.
El mundo es museo griego: hay estatuas por doquier.
Las hay en el teatro, y en el Congreso también;
Algunas sirven café, otras laburan en el taller.
También están en la radio, aunque los oyentes no las ven.
Uno las puede encontrar
Hasta en la cola de la farmacia.
Ahí, un día puede escuchar
A dos estatuas conversar:
–¡Eduardo Basalto, buenos días!
–¡Buen día, Isabela Mármol!
–¿Ha leído usted las noticias?
–Ilústreme, mi tiesa amiga
–Ahora las locas de verde quieren poder abortar
–¡Qué locura, que insensato! ¡Pero qué poca moral!
–Destruirán la tierra: ya ningún niño nacerá
–Por su culpa sufre tanto la familia tradicional
–¡Y encima amenazan a un tal Patricio
Diciendo que se va a caer!
–Creo que es “patriarcado”,
Pero entiendo su temer;
¡Todo esto del feminismo
No puede ser para bien!
–Entre aquello, y dar educación
A los hijos de extranjeros
¡Se va a pique esta Nación
Y con ella, el mundo entero!
–Ay, señorita Mármol, dígame ¿qué es lo que haremos?
–¡Protestémosle a Rody Suárez para que frene todo esto!
–¡Que se prohíba la inmigración!
–¡Y a la cárcel los zurditos!
–¡Que le ponga un gran impuesto
A ejercer la imaginación!
–Amiga Mármol, lo hicimos: ¡diseñamos la Utopía!
–Amigo Basalto, ¡Qué maravilla!
Un mundo de silencio, para estatuas contentas.
Como un museo griego, en tiempos de cuarentena.
Quizás la gente-estatua, terca como un ladrillo
No comprendió un principio que se capta nomás al mirar:
Cómo muta el universo, también muta el sentido
Y es seguro que en la historia, siempre algo va a cambiar
Porque el cambio es estar vivo
Y está vivo lo social.