“Primero los empresarios”.
Señor presidente, en este escrito le quiero hacer algunas preguntas respecto al documento que acaba de firmar con las principales cámaras empresariales del país sobre la regulación de la subcontratación. Comenzamos.
¿Ha visto usted los rostros de angustia de los trabajadores al recibir 100 pesos de utilidades? Aunque no lo crea, en la región donde vivo y trabajo (Torreón, Coah.) hay muchísimas empresas que generan grandes ganancias y utilizan el esquema de subcontratación para darle a los trabajadores lo mínimo en prestaciones. Ni hablar de los salarios, ya que a la mayoría les ofrecen hasta 1200 pesos por semana por trabajos que generan mucha utilidad a la empresa.
¿Usted ha visto el rostro de los trabajadores cuando van a la oficina de recursos humanos de su centro de trabajo cada 3 meses a renovar su contrato ya que son empleados “eventuales”? Sus derechos laborales restringidos ya que, si se atreven a reclamar algo, corren el riesgo de que, en la próxima renovación contractual, él sea excluido.
¿Usted ha visto el espíritu sometido de los trabajadores al ver que sus horas extras sean pagadas al doble, incluso cuando sobrepasan las 9 horas? Su situación precaria, originada por las nulas prestaciones de la empresa, le obligan a quedarse doble turno más de dos días a la semana, incluso, ir a trabajar los domingos, sacrificando su convivencia familiar.
“Hay que apoyar a la empresa”, “son políticas del ingeniero (colocar nombre)”, “¿apoco viene eso en la ley? No sabíamos”. Ese tipo de frases y muchísimas más son las que a diario escuchamos en nuestros centros de trabajo. Los empresarios no tienen compasión. Ellos buscan seguir enriqueciéndose a través de la subcontratación a toda costa. En estos momentos se encuentran haciendo berrinches por la posibilidad de que ese esquema de contratación sea eliminada. Dicen que millones de empleos se van a perder si se elimina el outsourcing. No entiendo. Creo que, si hay o no outsourcing, esos empleos siempre serán necesarios y ocupados por trabajadores. Es una de las tantas amenazas que lanzan a diario para el usted, señor presidente, reconsidere la iniciativa que mandó al Congreso de la Unión.
Espero y pueda erradicar ese mal, que a nosotros como trabajadores, no nos ha podido ayudar a otorgar una mejor vida a nuestras familias.
El outsourcing, insourcing o como quieran llamarle, ha sido sinónimo de esclavitud moderna que nos tiene sometidos por necesidad. Los empresarios no han hundido en la precariedad para tenernos más tiempo en sus negocios produciendo, y ellos obtener muchísima más riqueza.
Por cierto, mi nombre el Juan Pérez (nombre supuesto) y soy originario de San Pedro de las Colonias, Coahuila. Trabajo en una empresa llamada Mutec que se dedica a maquinados de piezas agrícolas y de construcción de clientes como John Deere y Caterpillar.