La hipocresía de los Neopopulistas.
El populismo, nace como tal en Estados Unidos a finales del siglo XIX, y se considera como un verdadero movimiento social en comparación de otros sucesos ocurridos en el continente americano, por las características de países en Latinoamérica, las movilizaciones nacen en un contexto donde sus sociedades sufren de desigualdades y cacicazgos ocasionando guerras y golpes de estados, dejando a esos pueblos cada vez más pobres, esa etapa la vivió México hasta la revolución, pero antes de eso, con las intervenciones, la extensión de territorio poco controlado así como la falta de impulso económico era en un sentido un caldo de cultivo para oportunistas.
En el siglo XX, los pueblos latinoamericanos tuvieron la peor etapa después de la conquista e independencia de sus países, donde líderes populistas hicieron sus apariciones y volcaron la sociedad de cada uno de ellos, el caso de Juan Perón en Argentina o de Getulio Vargas en Brasil en la década de los treinta y cuarenta respectivamente, vino a dar la aparición de este fenómeno, donde la confrontación de las clases sociales principalmente entre la alta y la baja se llega a dar, sin importar la destrucción de toda estructura gubernamental, llevando como bandera revolucionaria: “el beneficio para el pueblo”; sin embargo, la historia ha demostrado una utopía en esos conceptos aún cuestionados actualmente.
Con la llegada de los nuevos líderes como Fidel Castro o Hugo Chávez, las ideas neo populistas, se adaptaron al desarrollo social de los diversos países en américa latina, muchos de ellos exigiendo a los actores en el poder la devolución de las riquezas robadas al pueblo, con ese estandarte, la atracción de las masas daban pauta a ser seguidores de estos, y a permitir cualquier acto de desestabilización, el problema no se encuentra en esos pensamientos porque igual existen etapas en la historia donde dieron pauta para la creación de nuevas naciones tales como Francia en 1789 o en Estados Unidos en 1776, pero el verdadero inconveniente es cuando los únicos beneficiados de esos movimientos son solo unos cuantos.
La hipocresía de los diferentes líderes neo populistas como el caso de Chávez o Castro, lo encontramos con las riquezas de estos personajes, quienes en el discurso mencionaban la devolución de lo perdido por el pueblo, pero se volvieron millonarios al final, mientras la clase baja seguía en la penumbra, para después buscar la forma de deshacerse de estos aprovechadores sociales, mientras en ese inter, el retraso económico de sus naciones, se volvía más distante, y al pasar del tiempo poco a poco abrían los ojos ante el engaño porque esos falsos mesías cada vez buscaban las formas de mantenerlos engatusados, pasando con ello años y en ocasiones décadas para darse cuenta de dicha situación.
Castro con 20 residencias, viviendo en la opulencia, isla privada al sur de la bahía de cochinos con un restaurante flotante, con toda las comodidades capitalistas, incluyéndolo según la revista Forbes en la lista de los 10 “reyes, reinas y dictadores” más ricos del mundo, en el caso de Chávez, quien vació las arcas de la nación para enriquecerse así como a su familia, viviendo en la pomposidad repleta de lujos y comodidades, existiendo noticias donde sus hijos compraban en las tiendas más lujosas en el extranjero dándose una vida de príncipes. Hugo Chávez, siempre profesó la “austeridad”, pero solo de palabra, debido a haber vivido como jeque árabe bajo el disfraz de falsa humildad.
Otro caso fue el de Cristina Kirchner, acusada después de su mandato por lavado de dinero, administración fraudulenta, corrupción, donde se vieron envuelto sus hijos así como empresarios cercanos a ellos; quien fuera la respuesta a una Argentina ante la terrible situación económica dejada por las administraciones pasadas, el populismo como bandera fue uno de los motivos por el cual votaron en favor de ella, mientras la luna de miel duró los argentinos vivían contentos defendiendo su gobierno a capa y espada, pero a medida del desgaste de su régimen las cosas comenzaron a salir a la luz, actualmente a años de distancia de eso, ella continúa en la política y se habla de tener una fortuna de más de 42 millones de dólares.
Las “aportaciones” recibidas por los hermanos de López Obrador y sus allegados son apenas la punta del iceberg, y a mitad de su gobierno ya se está comenzando a desmoronar su falso discurso de austeridad; fotos donde algunos miembros de su familia vacacionando en lugares exclusivos de diferentes partes del mundo son complemento de esa mentira populista muy común en todos ellos, de ¿cuánto ascenderá la fortuna de Obrador actualmente?, eso aún no lo sabremos, pero es claro la regla de esos tipos de gobiernos.
Mientras el pueblo engañado por estos falsos mesías, ellos se enriquecen dejando bienestar a sus hijos, nietos y bisnietos de por vida a costas del erario público, porque ¿de qué otra forma pueden explicar la obtención de dinero de Obrador para resistir años de campaña sin trabajar o tener un ingreso?, cuando esos proyectos políticos son excesivamente caros, millonadas se necesitan para cubrir los gastos, ¿aún siguen creyendo en los depósitos de 100 pesos a su cuenta de Banorte por el pueblo bueno para mantener a él y a su familia?.