El abuso de poder de Obrador.
El Estado como agente de protección del pueblo fue creado en su fase primitiva para proteger a sus soberanos contra invasiones y ataques de otras tribus y al interior para perseverar la paz entre vecinos, cuidar de la propiedad privada y administrar justicia cuando así se requería, a cambio recibía un salario a costa del tributo de recaudación para sustentar toda la infraestructura que iba generando a través del tiempo, así lo encontramos en diversos países, es claro el pacto social establecido por diversas figuras tales como Rousseau, John Loocke y otros, sin llegar a la mano dura de un Leviattan descrito por Thomas Hobbe, en su obra sobre el absolutismo.
La evolución del Estado con los pensamientos liberales y la democratización de la figura de reemplazo gubernamental para garantizar su decadencia por medio del despotismo ha dado pauta al desarrollo de la civilización tal como la conocemos actualmente, pese a la existencia de algunos intentos de sobrepasar estos límites por dictadores y autócratas en diferente momentos históricos y países, pero, parece ser que en la actualidad hemos de encontrar estas figuras en Sudamérica vía la implantación de gobiernos populistas, siendo el populismo una característica principal para la creación de tales absolutistas, quienes se convierten al final en tiranos afectando a toda una nación por sus acciones.
La historia nos ha enseñado que el abuso de poder conlleva a la destrucción de naciones enteras, Alemania es un claro ejemplo con el liderazgo de Hitler en la segunda guerra mundial, un país con un alto costo social y económico para superar esos momentos negros de sus pasajes históricos; quien paga al final es el pueblo al permitir a estos personajes con un solo camino en mente, el establecer su autocracia a como de lugar, algunos a través del miedo, otros por la mentira y manipulación, la censura viene a ser parte de ese control absolutista por líderes ambiciosos y egocéntricos, otro claro ejemplo fue Iósif Stalin, creador de la guerra fría contra los Estados Unidos, quien mandaba a matar a sus opositores dentro y fuera de la Unión Soviética, en ese caso cómo olvidar el asesinato de León Trotsky en nuestro país ordenado por el jefe de Estado soviético.
En México estamos en el borde de hilo absolutista con la entrada de López Obrador al gobierno, se ha convertido en un dictador y autócrata, centralizando todo poder del estado y implementando su autoridad a través de las instituciones estatales para venganzas y mantener el control del país, creando a su alrededor grupos de adoradores y exhibiéndolos para generar manipulación a los gobernados, mientras a sus opositores, les hace caer todo el poder de la Ley, y más allá, con el fin de destruirlos y no tener críticas a su administración, y como clásico populista, la rendición de cuentas no está dentro de su perfil, por eso la aplicación del despotismo para lograrlo.
A tres años de su conclusión gubernamental, se ha visto a un personaje tiránico, centralista, anacrónico, desafiante, vengativo, mentiroso y cínico, sin embargo, eso ha venido a desgastarlo, aún se siente con poder de convocatoria pero, como todo, nada es para siempre y todo tiene un principio y un fin, la historia nos los ha demostrado, aquí la pregunta es, cómo querrá Obrador ser recordado, ¿tirano o moderado?, porque redentor ya no, ha cometido muchos errores para ya no ser catalogado como tal, el ataque contra la prensa es otro de los puntos que no tiene ya regreso, él mismo ha contribuido a tener opositores, quienes ni figuraban ahora lo hacen y lo peor, amigos y enemigos se encuentran en la línea de unirse en su contra.
Obrador se ha encargado de destruir las pocas instituciones benéficas para el pueblo, así como de dividir al país, su mal gobierno esta dando pauta de ser el peor presidente que haya pisado la administración pública, se convirtió en todo lo criticado cuando era candidato, la violencia, el narcotráfico, el centralismo, la manipulación entre otros factores negativos ya son partes destacables de su gobierno, la pobreza sigue avanzando y la sombra de la ruina nacional se encuentra latente.
Con López nadie se mantiene a salvo, cualquier crítico sea prensa o ciudadano de a pie, puede ser objetos de ataques sin mencionar de usar sus propios datos personales en contra de uno, tal como lo hizo Obrador con Loret de Mola, siendo un delito lo cometido por el presidente, pero se escuda tras la investidura presidencial manchándola con eso, reflejando la poca fiabilidad de un gobierno y la implementación directa de la doctrina del shock para controlar.