No me duele Maradona.
No me duele Maradona, me duele Latinoamérica.
No me duele Maradona, me duele el rock, el folklore y la cumbia.
No me duele Maradona, me duele los que dejaron la coca.
No me duele Maradona, me duele los que vieron su tv en el 86 y decidieron ser futbolistas.
No me duele Maradona, me duele el tío que le enseñó a su sobrina a disfrutar del fútbol viendo al 10.
No me duele Maradona, me duele la partida de un pilar de la cultura popular latinoamericana, alguien que para bien y(o) para mal fue ejemplo a más de una generación; músicos, ilustradores, periodistas, padres, abuelos, empresarios, la vida del Diego fue un libro abierto hasta sus últimos días, Vladimir Putin y Fidel Castro, desde Manu Chao hasta el papa Francisco y hasta su propia iglesia que lo proclama como su d10s. Hoy la vida te saca tarjeta roja, te imagino yéndote de la mano de una rubia atravesando la cancha del hospital, dejando goles y faltas a lo largo de su vida, 60 años y muchos gramos después, el Diego se marcha sin que le falte nada por vivir.