El efecto ÓMICRON en México.
La mala política económica implementada por el gobierno obradorista, nos ha tenido con cero crecimiento financiero, desde finales del 2019, lo empleos perdidos por la pandemia y por esa desaceleración, fueron recuperados tal vez no en su totalidad, pero en un porcentaje significativo, sin embargo, en su momento los número publicados por el IMSS al respecto, se tenía la duda si eran permanentes o solo temporales, pero, era cuestión de tiempo para comprobarlo, pese a la insistencia de la administración federal de ser un gran logro en sus 3 años, cuando solo era recuperación de lo perdido.
La inflación del país del 7.05% tal como lo informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en base al Índice Nacional de Precios al Consumidor, no es por cuestiones internacionales, lo que empieza a ocurrir en Estados Unidos con su economía, o el efecto de China o el creciente miedo a la variante africana el cual ha comenzado a pegarle a los mercados mundiales, aún no se encuentra afectando a México, o sea, ese huracán todavía no ha tocado a nuestras tierras, es por eso la preocupación del Banco de México para el siguiente año, siendo eso, un efecto rebote de la poca atención del gobierno para contrarrestar el impacto de la pandemia.
La última cifra informada por el INEGI como la actual, la tuvimos en abril del año 2001, con el gobierno de Vicente Fox con un 7.08, pero eso, fue superado posteriormente hasta alcanzar un superávit financiero, ya sea por el alto precio del petróleo de ese sexenio por una buena administración o ambas, el asunto es que, tuvimos un crecimiento no significativo sino, muy relevante el cual permeó hasta los inicios del gobierno de Peña Nieto, claro, también ayudó el buen desempeño de la dirigencia del Banco de México.
Ya en los últimos dos años muchos mexicanos nos habíamos percatado del aumento de precios en diversos productos de la canasta básica, pagándolo porque no nos queda de otra para comer, pero pese a mencionarlo por la vox populi, diversos funcionarios del actual administración federal incluyendo el presidente, han tratado de callarlo, sin embargo, los bolsillos de los mexicanos han sido impactados y el valor adquisitivo ha hecho mella en todos, algo difícil de ocultar, ahora, ante la declaración del INEGI, muchos seguidores del inquilino de Palacio Nacional han querido agarrar de pretexto lo que apenas comienza a ocurrir en el mundo para opacar la inflación, aun cuando todavía eso no aterriza en México.
Los productos impactados y con aumento en sus precios en los últimos meses fueron la Electricidad con 24.16%, el tomate verde con 42.04%, el pollo con 2.76% donde este ha presentado una oscilación con constancia al alza, el jitomate con 3.92, otros chiles con 19.77, la carne de res con 0.77% pero igual al pollo y la tortilla en algunos Estados, ha tenido sus variaciones en aumento y de ahí viene algunos negocios afectados como las loncherías, las fondas, torterías, las taquerías y los restaurantes.
Por otro lado, los combustibles presentaron un fuerte impacto en mucho a la economía del país, las gasolinas no han podido aterrizar con su precio que tenían antes de la pandemia, y han presentado su alza pese, a contradecirlo López Obrador, quien presume no haber realizado aumentos, sin embargo, la ciudadanía lo debe pagar cuando se presenta a una gasolinera para llenar el tanque de su vehículo utilitario, porque es una burla ostentar un precio bajo del litro de la magna o de Premium, cuando esta se encuentra al otro extremo del país, mientras en la localidad del ciudadano se encuentra caro.
El gas es otro de los combustibles con fuerte oscilación pese a la implementación del “gas bienestar”, el cual no ha sido tan prometedor en la práctica como lo quiso presumir López Obrador, siendo un fracaso como todo lo que fanfarronea él, por otro lado, el INEGI también expuso dentro de su publicación la disminución de ciertos productos tales como la carne de puerco en un 0.78%, el calzado para hombre en un 2.28%, por mencionar, aunque en esto es mínimo.
Debemos considerar una cosa, estamos ante el inicio de las fiestas navideñas y con ello, entre el aguinaldo y otros ingresos que tendrán los mexicanos por fin de año, la economía tendrá un movimiento activando con eso, a la cadena de producción incentivando las finanzas en diversos sectores, sin embargo, la cuesta de enero, puede ser muy impactante y sobre todo, cuando ya comience a verse los efectos de la desaceleración internacional por los factores ya mencionados, sobre todo por el desconcierto de los mercados mundiales ante la variante ómicron y el problema financiero de China y Estados Unidos, este último principal socio comercial de México, sin mencionar nuestra dependencia con ellos.