My little Ukraine
La relación entre los Estados Unidos de América y China alcanzó sus niveles más bajos debido a la continua interferencia estadounidense en los asuntos de Taiwán y al aumento de la venta de armas estadounidenses a la capital taiwanesa, Taipei, por lo que la relación entre China y los Estados Unidos de América se tensó debido a las numerosas intervenciones estadounidenses, desde la cuestión de la soberanía de Taiwán hasta cuestiones de espionaje y disputas sobre la soberanía en el Mar de China Meridional.
Han aumentado muchas dudas sobre el escenario de una invasión china de Taiwán similar a la guerra de Rusia con Ucrania, especialmente con el anuncio del presidente ruso “Vladimir Putin” en una declaración conjunta de la Federación Rusa y la República Popular China de que las relaciones internacionales han entrado en una nueva era, durante la visita del presidente Putin a Pekín para asistir a los Juegos Olímpicos del 4 de febrero de 2022. La tensión en las relaciones entre los Estados Unidos de América y China ha llevado a hacer de Taiwán la zona de tensión más peligrosa del mundo. El Partido Comunista Chino afirma que es un territorio escindido de la soberanía nacional de China y que su reunificación con la China continental es sólo cuestión de tiempo. En este sentido, Pekín ha dejado claro que está dispuesto a utilizar la fuerza para conseguirlo. Por su parte, Estados Unidos parece decidido a impedirlo, ya que el presidente Joe Biden ha declarado en varias ocasiones que Estados Unidos tiene la “obligación de defender a Taiwán”. El Ministerio de Defensa de Taiwán analizó que los militares chinos habían “aprendido de la invasión rusa de Ucrania” que cualquier posible ataque chino a Taiwán tendría que ser rápido para tener éxito. Por este motivo, en los círculos de funcionarios de la capital taiwanesa, Taipei, se discute ampliamente sobre el posible impacto de la guerra entre China y Taiwán en el pensamiento del propio ejército chino en Taiwán, y sobre cómo los chinos pueden atacar la isla taiwanesa, que consideran parte soberana del territorio chino. Al mismo tiempo, China nunca ha descartado el uso de la fuerza para imponer su control sobre Taiwán, y sigue organizando patrullas militares casi a diario cerca de la isla taiwanesa y del estrecho de Taiwán.
En cuanto a la respuesta china a Taiwán en comparación con China, encontramos aquí la diferencia de visiones entre China y Rusia en sus prioridades estratégicas respecto a la guerra en los frentes de Ucrania y Taiwán. La guerra rusa contra Ucrania es un intento del presidente ruso Putin de asegurar las zonas cercanas al país, para contrarrestar la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este, debido al temor de Rusia a la posibilidad de que Ucrania y otros países de la región se unan a la OTAN, lo que podría provocar el deterioro del entorno estratégico que rodea a Rusia.
En mi opinión, la hipótesis de que “la violación por China de la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIS) en Taiwán es indicativa de planes para una operación” es errónea. En los últimos años, China ha entrado varias veces en la región taiwanesa de “Adiz” en diferentes momentos y, a pesar de ello, no ha ocurrido nada.
Por el contrario, la prioridad estratégica de China sigue siendo mantener un entorno pacífico que favorezca su crecimiento económico. El “sueño chino” del presidente chino “Xi Jinping” está representado en el rejuvenecimiento de la nación china, que implica hacer de China una vez más el centro de Asia Oriental, y en consecuencia esto no requiere precipitarse hacia una expansión regional, sino que exige otra misión histórica a largo plazo para China hasta convertirse en una superpotencia de pleno derecho, por lo que China no puede precipitarse ahora a librar una guerra en dirección a Taiwán.
El futuro del Taiwán autónomo, que Pekín quiere someter a su dominio como parte de la soberanía nacional china, sigue siendo una de las cuestiones de seguridad más espinosas entre las dos superpotencias, y Washington y Taiwán están cada vez más preocupados por la posibilidad de que China invada Taiwán, y el Departamento de Defensa estadounidense teme que el Pentágono entre en cualquier posible conflicto en Confrontación con China, que amenace la estabilidad regional y mundial. Para ello, Estados Unidos intenta promover su firme compromiso de mantener el statu quo en la isla taiwanesa y oponerse a cambios unilaterales por parte de chinos o taiwaneses. Sin embargo, la preocupación de Washington y sus aliados en la región Indo-Pacífica aumentó tras los recientes movimientos chinos en torno a la isla taiwanesa, especialmente después de que ampliara su flota naval y sus islas militares en el Mar de China Meridional, y los esfuerzos de las autoridades chinas por formular acuerdos de seguridad en las islas de la región del Pacífico Sur, además de la escalada de las reclamaciones chinas sobre zonas territoriales en disputa.
En este sentido, los temores a una invasión de Taiwán se han exacerbado en los últimos tiempos, después de que Pekín realizara intensas maniobras militares en torno a la isla taiwanesa, y de que se negara explícitamente a condenar la invasión de Ucrania por Moscú, lo que llama la atención sobre el hecho de que Taiwán se ha convertido en un potencial punto de conflicto en Asia.
A pesar de las grandes diferencias entre las situaciones geopolíticas de Rusia, Ucrania y la cuestión de Taiwán, una serie de indicadores ponen de relieve el aumento de las intenciones y el enfoque de China hacia la invasión de la isla taiwanesa tras una serie de provocaciones de Estados Unidos durante el período reciente, además de animar a Estados Unidos al Ministerio de Defensa taiwanés a realizar más maniobras militares en el estrecho de Taiwán ante la presencia y la creciente influencia china en la isla taiwanesa.
El último análisis sigue siendo que hay otro factor que haría que fuera un error que China invadiera Taiwán, y es el factor tiempo. China y Rusia llevan muchos años trabajando conjuntamente contra la hegemonía de Estados Unidos. Pekín siempre ha sido la alternativa más fuerte a la hegemonía estadounidense en el orden mundial. Por lo tanto, China tratará de afirmar primero la supremacía de su ideología para convertirse en el actor dominante del sistema actual antes de establecer su propio orden mundial.