Tinubu, del partido gobernante nigeriano, gana las disputadas elecciones presidenciales
El candidato del partido gobernante de Nigeria, Bola Tinubu, ganó el miércoles las disputadísimas elecciones del fin de semana.
La victoria asegura al ex gobernador de Lagos su ambición de toda la vida: la presidencia de la democracia más poblada de África.
El presidente electo defendió el miércoles la integridad de las elecciones nacionales e hizo un llamamiento a los ciudadanos para que se unan en torno a él tras una agria disputa por unos resultados que, según los partidos de la oposición, están viciados.
Según la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI), Tinubu obtuvo 8,79 millones de votos en las elecciones del fin de semana, por delante de los 6,98 millones de votos de su principal rival, Atiku Abubakar.
Peter Obi, un outsider popular entre los votantes urbanos más jóvenes y educados, obtuvo 6,1 millones de votos.
Un candidato puede ganar unas elecciones nigerianas obteniendo más votos que sus rivales, siempre que consiga el 25% de los sufragios en al menos dos tercios de los 36 estados y en la capital federal, Abuja, como hizo Tinubu.
“Estoy muy contento de haber sido elegido presidente de la República Federal de Nigeria”, dijo Tinubu entre vítores en Abuja. “Es un mandato serio. Por la presente lo acepto”.
Las elecciones nigerianas debían ser las más justas y abiertas celebradas hasta la fecha. Pero el proceso electoral tropezó con problemas, debido a una nueva tecnología que no funcionó bien y pareció desbordar la red de comunicaciones nigeriana, notoriamente inadecuada.
La CENI había prometido subir a su sitio web los resultados de cada colegio electoral en tiempo real, pero la mayoría de los colegios no pudieron hacerlo inmediatamente, lo que minó la confianza en el proceso. Aún no se han cargado miles de resultados.
Debido a estos fallos, los principales partidos de la oposición de Atiku y Obi han rechazado los resultados como fraudulentos.
“Felicito a la CENI por celebrar unas elecciones creíbles, digan lo que digan”, declaró Tinubu. “Los fallos que se denunciaron fueron relativamente pocos y no afectaron al resultado final de las elecciones”.
Tinubu se enfrenta ahora a una larga lista de problemas nacionales, como la insurgencia islamista en el noreste, ataques armados, asesinatos y secuestros, conflictos entre ganaderos y agricultores, escasez de dinero, combustible y electricidad, y una corrupción profundamente arraigada.