Bélgica a Polonia: Por ahí no.
Bélgica advirtió a Polonia el miércoles que no trate a la UE como “un cajero automático” para impulsar sus fortunas económicas mientras ignora a voluntad sus principios democráticos y del estado de derecho.
“No se puede embolsar todo el dinero pero rechazar los valores”, dijo el primer ministro belga Alexander De Croo en la inauguración del Colegio de Brujas, un pozo académico de pensadores europeos.
De Croo apuntó al primer ministro polaco Mateusz Morawiecki, quien acusó a la UE de amenazar con la “Tercera Guerra Mundial” por insistir en que Polonia debería respetar la independencia del poder judicial y la primacía de la legislación de la UE.
El primer ministro belga dijo que su homólogo polaco estaba “jugando con fuego cuando libraba la guerra con sus colegas europeos por razones políticas internas”. Los comentarios siguen a años de disputas sobre los cambios que el gobierno de Polonia ha realizado en los tribunales del país. La UE cree que los cambios erosionan los controles y equilibrios democráticos, y la Comisión Europea está reteniendo miles de millones de euros para Polonia destinados a un plan de recuperación ante una pandemia.
La guerra de palabras también llega inmediatamente después de una cumbre de la UE, donde los argumentos polacos de que los cambios judiciales fundamentales que hizo el país no socavarían a la UE no lograron convencer a los líderes clave del bloque.
Entre ellos se encontraba el presidente francés, Emmanuel Macron, quien se reunirá con su homólogo polaco, Andrzej Duda, el miércoles por la tarde. La obstinación de Morawiecki cristalizó en una entrevista con el Financial Times durante el fin de semana. Cuando se le preguntó si Polonia podría usar su poder de veto para bloquear la legislación en represalia, por ejemplo sobre cuestiones climáticas, Morawiecki dijo: “Si comienzan la tercera guerra mundial, vamos a defender nuestros derechos con cualquier arma que esté a nuestra disposición”.
La entrevista no fue bien recibida por los colegas de la UE de Morawiecki. “Estás jugando un juego peligroso”, dijo De Croo.
“Se trata de la abrumadora mayoría de estados miembros, desde los países bálticos hasta Portugal, que están de acuerdo en que nuestra Unión es una unión de valores, no un cajero automático”, dijo De Croo, aludiendo al hecho de que Polonia ha sido durante mucho tiempo un importante receptor de los fondos de la UE.
El partido gobernante nacionalista en Polonia, Ley y Justicia, ha estado en conflicto con Bruselas desde que ganó el poder en 2015 por una serie de asuntos, incluida la migración y los derechos LGBT. Sin embargo, la disputa de mayor duración se ha centrado en los intentos del gobierno polaco de tomar el control político del poder judicial.
El asunto llegó a un punto crítico a principios de este mes cuando el tribunal constitucional dictaminó que algunas partes clave de la legislación de la UE no son compatibles con la constitución de la nación. El fallo de un tribunal repleto de leales al partido gobernante se tomó después de que Morawiecki le pidiera que decidiera si la legislación nacional o de la UE tiene primacía.