En Guatemala, el pueblo gana…el primer asalto.
Tras una acalorada sesión, los diputados anulan y archivan el decreto del presupuesto por una votación de 121 a favor y 24 en contra.
El Congreso de Guatemala anuló en definitiva la noche del miércoles el polémico presupuesto 2021 para intentar apagar la crisis que amenaza la presidencia del conservador Alejandro Giammattei, con apenas 10 meses en el mandato, mientras las convocatorias para exigir su renuncia se reavivan. Tras intensas manifestaciones, que incluyeron la quema de algunas oficinas en la sede del Parlamento el sábado, ahora el gobierno deberá reformular el vigente de 2020 para que continúe el próximo año. El presupuesto anulado fue criticado por no priorizar la lucha contra la pobreza, en un país con más de la mitad de sus 17 millones de habitantes en esa condición.
Aunque las manifestaciones amainaron, un grupo de la universidad estatal y de otras privadas protestaron en las afueras del Centro Cultural de la capital para exigir la renuncia de los diputados e insistir en la salida del presidente. Las convocatorias para manifestaciones este fin de semana han iniciado.
Ahora los parlamentarios esperan una nueva propuesta del Ejecutivo, que en la víspera inició un diálogo con diferentes sectores para modificar el presupuesto vigente.
Para la oposición, el Parlamento cayó en una violación a las leyes porque quien debe vetar el proyecto es el propio presidente, ya que así lo indica la Constitución.
“Si de verdad queremos corregir el rumbo, porque esto fue un grave error, ahora el camino correcto es que respetemos lo que está en la Constitución, que sea enviado al Ejecutivo y que sea vetado por el presidente”, afirmó el diputado Walter Félix, jefe del bloque de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, exguerrilla izquierdista.