Posibles “devoluciones de migrantes” por parte de Grecia.
Las autoridades griegas en la isla de Lesbos, en el este del mar Egeo, dicen que están preparando una causa penal, incluso por cargos de espionaje, contra 10 personas, todas extranjeras, por presuntamente ayudar a los migrantes a ingresar ilegalmente al país. La policía de Lesbos dijo el lunes que la investigación había estado en curso durante varios meses y se estaba llevando a cabo en cooperación con el servicio de inteligencia de Grecia y el grupo de trabajo antiterrorista. No se han presentado cargos y no se ha identificado públicamente a ningún sospechoso.
Grecia ha sido acusada repetidamente por grupos de derechos humanos y migrantes de llevar a cabo deportaciones sumarias de migrantes recién llegados sin permitirles solicitar asilo, una práctica ilegal conocida como devoluciones. El gobierno niega enérgicamente las acusaciones, calificándolas de “noticias falsas”, pero ha enfatizado que está patrullando vigorosamente sus fronteras terrestres y marítimas con Turquía, que también son las fronteras exteriores de la Unión Europea. El país ha sido uno de los puntos de entrada preferidos a la UE de las personas que huyen de los conflictos y la pobreza en Oriente Medio, África y Asia durante años. Sus frecuentemente tensas relaciones con la vecina Turquía han llevado a lo que Atenas ha dicho que es el armamento de inmigrantes por parte de Ankara, a la que acusa de alentar a las personas a cruzar a Grecia como un medio para presionar tanto a Grecia como a la UE. Ha habido una creciente evidencia que sugiere que las autoridades griegas llevan a cabo devoluciones, incluidas fotos de migrantes recogidas por la guardia costera turca después de que las mismas personas aparecieran en fotos compartidas con grupos de derechos que las muestran con puntos de referencia identificables en las islas griegas. La policía dijo que el caso involucra a cuatro miembros de organizaciones no gubernamentales no reveladas y otras seis personas. Todos están siendo investigados por espionaje, ayudar a la entrada ilegal de ciudadanos extranjeros, obstaculizar las investigaciones de las autoridades griegas y violar las leyes de migración.
La policía describió las actividades como “organizadas” y dijo que datan de principios de junio de 2020, “en la forma de brindar asistencia esencial a las redes organizadas de tráfico ilegal de migrantes” con el pretexto de realizar una labor humanitaria. El caso involucra la llegada de migrantes a las islas de Quíos, Lesbos y Samos. Como evidencia de actividad sospechosa, la policía enumeró la comunicación a través de aplicaciones de mensajería móvil con migrantes que abandonan las costas turcas.
Según el anuncio policial, los investigados aconsejarían a los recién llegados que se dirigieran a zonas de difícil terreno para esconderse o a instalaciones sanitarias, lo que “complicaría sistemáticamente el trabajo de las autoridades griegas responsables”. Dijo que la investigación hasta ahora indicó que las personas bajo investigación habían ayudado en “la entrada ilegal de un número significativo de ciudadanos de terceros países” a las islas griegas. Las autoridades continúan la investigación sobre posibles contactos y actividades adicionales, dijo la policía.