Para evitar cualquier inconveniente ingrese a la OTAN.
El Artículo 5 de la OTAN dice que “un ataque contra un miembro de la OTAN es un ataque contra todos”. Esta es la única diferencia entre ser miembro y socio de la organización, lo que la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, reconoció al decir que la disuasión garantizada y la defensa común son ahora lo que busca el país.
Finlandia y Suecia históricamente han evitado ser miembros de la OTAN, a pesar de su estrecha alineación con Occidente, como medida de precaución, lo que ayudó a evitar provocar a Rusia. Sin embargo, la guerra declarada por Rusia a Ucrania ha cambiado enormemente la opinión pública en Finlandia y Suecia y desde el comienzo de la guerra, el tema de la membresía de los países ha suscitado debates.
Lo que ha cambiado el entorno de seguridad también ha cambiado la opinión pública que alguna vez fue muy estable sobre el estatus de miembro de la OTAN. La diferencia en la opinión pública podría extraerse fácilmente de los dramáticos resultados de las encuestas. Las encuestas realizadas en 2017 muestran que solo el 19 % de los finlandeses estaban dispuestos a unirse a la OTAN, mientras que hoy, según las encuestas realizadas entre el 23 y el 25 de febrero de 2022, hasta el 53 % de los finlandeses están ahora a favor de unirse a la OTAN.
Un informe publicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Finlandia en 2016 dibuja una postura finlandesa que adopta la idea de una posible membresía en la OTAN con un tono indiferente. Durante ese tiempo, Finlandia no necesariamente apoyó o rechazó tal posibilidad, sin embargo, se puede decir que la anexión rusa de Crimea no desencadenó una fuerte respuesta pública u oficial ni creó la percepción de una amenaza. La percepción de Finlandia sobre Rusia, que la designa como un vecino inestable, impredecible y que debe ser escudriñado con una gestión continua, no es nueva y plantea un dilema estratégico para el país principalmente por razones geopolíticas.
En el inesperado y rápido proceso iniciado por funcionarios finlandeses, se llevará al parlamento un examen de la situación de seguridad que rodea a Finlandia, al que seguirá un debate a fines de abril. Este debate determinará la naturaleza de la postura finlandesa sobre la pertenencia a la OTAN.
Los homólogos de Finlandia en Suecia parecen más reacios a renunciar a un proceso rápido para este desarrollo masivo. La primera ministra sueca, Magdalena Andersson, se mostró reacia a comentar sobre los informes de los medios, pero su comunicación con Marin a través de una conferencia de prensa conjunta el 13 de abril refleja que la postura de Suecia sobre el proceso de membresía de la OTAN puede cambiar en el futuro cercano.
En primer lugar, la amistad duradera entre Finlandia y Suecia, como era de esperar, está creando una estrategia de “avanzar” codependiente para los dos, aunque su aceleración es comparable. Andersson expresó que cualquier postura futura incluirá una estrecha alineación de seguridad con Finlandia.
La política interna también es de gran importancia. Cualquier decisión de adhesión requeriría una mayoría del 75 % en el Parlamento sueco. Los socialdemócratas han cambiado su posición de oposición y han decidido apoyar una posibilidad de adhesión al igual que los moderados. Sin embargo, para que se congregue la gran mayoría, la decisión también está en manos de los demás partidos. Lo que es importante subrayar en el proceso en curso es la diferencia de lenguaje y proactividad frente a las reservas entre Finlandia y Suecia. Mientras las autoridades finlandesas han estado anunciando su expectativa de que el proceso de membresía se complete “dentro de semanas, no de meses”, según informó Bloomberg, los suecos aún insisten en que para que cualquier membresía sea posible, su lado requeriría la membresía definitiva de Finlandia para que podría prevalecer una asociación de seguridad mano a mano con su vecino. Según los informes suecos, la aplicación oficial está prevista para la reunión de la OTAN en Madrid en junio de 2022.
En un entorno de seguridad fundamentalmente alterado, la percepción de la amenaza y la amenaza misma han aumentado drásticamente para ambos países. Mientras Rusia continúa los ataques en curso con una ofensiva acelerada en el este de Ucrania, es posible argumentar lo que se observará ya que, lamentablemente, la guerra entre Ucrania y Rusia aún no ha comenzado. Esta es una ocasión alarmante para Finlandia y Suecia, que podría desencadenar una necesidad inmediata de acción para avanzar en su estrategia de seguridad. La no alineación militar ahora parece innecesaria para muchos en estos dos países que tenían puntos de vista diferentes hace 50 días.
Como el objetivo central de una solicitud de estatus de miembro en la OTAN sería la seguridad en sí misma, una vez más es preocupante que la Federación Rusa haya afirmado que estos pasos deben ser tomados por ambos estados, de hecho sería recibido como una provocación, dando más detalles como ya que tendría que “reequilibrar” la situación según sus propios términos, señalando otro posible ataque hacia el oeste. Estos comentarios sobre un ciclo de percepción están dando más motivos para ser miembro de la OTAN. Sanna Marin, por tanto, ha afirmado que Finlandia tenía que estar “preparada para todo tipo de acciones por parte de Rusia”, tal y como informa The Guardian. La diferencia entre el día y la noche antes y después del 24 de febrero es clara para entornos internacionales. La guerra ha vuelto a ser real en Europa, y ahora la urgencia llama a las puertas de los no miembros de las alianzas de seguridad.