Cuidadanos de primera y de segunda.
El trato ciudadano por parte de los diversos gobiernos en diferentes administraciones han dado pauta a la separación de sus soberanos, donde algunos se les da privilegios y a otros se le relega, la raíz de esto es en muchos de los casos a pagos de favores, clasismo, preferentismos y otros aspectos más incluyendo hasta lo político además de los personales, dependiendo del mandatario así como de sus séquitos; la queja es constante siempre existe esa distinción, cuando en la constitución se encuentra establecido el gobernar equitativamente y el ofrecer los mismos derechos por igual.
Obrador en su campaña eterna como oposición mencionó en muchos ocasiones ser diferentes a los presidentes gobernantes en el momento, a tener todas las respuestas a las fallas del sistema, a resolver las carencias del Estado, a ser el salvador de un México en crisis, pero la realidad superar a la ficción; ahora como mandatario tiene todas las excusas del mundo, ha demostrado su falta de conocimiento como estadista, y no ha podido gobernar porque desconoce hacerlo, la ignorancia se le refleja por muchos aspectos donde se le mire, lo peor, es que, no se integra de subordinados con conocimientos para hacerlos y los pocos, no los deja trabajar, eso es claro de un mal liderazgo.
Existen principios básicos de la administración, los cuales son: planeación, organización, supervisión y control; dentro de esos aspectos se encuentra la forma de cómo delegar funciones para operar cualquier empresa, refiriéndose al hecho de cualquier proyecto ya sea público o privado, por lo visto no es suficiente con tener buenas intenciones, eso sí las hay, sino tener conocimientos para llevarlo a cabo y sobre todo experiencia, porque si es dinero de un particular el costo del error es el despido y si es del Estado debería de ser el mismo siendo peor aún debido a ser recurso de todos los ciudadanos, por ende, escoger a la persona ideal en el lugar correcto, es parte de una buena gerencia o mandato, sería bueno implementar en la constitución un plan de capacitación a quienes deseen ser presidentes para dar estas bases, en bien de la utilidad pública.
El determinar que los médicos privados deban esperar su vacuna porque así lo determina un presidente con su poca capacidad intelectual es preocupante, siendo también profesionistas de primera fila de combate ante el covid, además la salud se encuentra por encima de cualquier otro derecho fundamental, además de ser la máxima premisa de los derechos humanos, no se debe ni se puede condicionar, solo acatar, se le olvida al presidente su trabajo, él no es el amo y señor de las cosas públicas, ni el ser divino para determinar quién se salva y quien no, sencillamente es un subordinado más de la línea de mando, porque en la cúspide el verdadero mandamás es el soberano, así se encuentra implícito en la doctrina del derecho, retomando a la pirámide de Kelsel.
Si dejamos que el presidente relegue derechos humanos a su antojo, estaremos aceptando nuevamente el trato de ciudadanos de primera, de segunda e inclusive de tercera, como se ha manejado en todo el periodo actual, los privilegiados al frente de la fila como se ha visto, y al final de cola del burro lo menos favorecidos, es claro la verdadera importancia para Obrador, y son los sectores con mayores votantes, porque sigue siendo campaña aún desde la silla presidencial, se siente como un candidato más y no un gobernante, peor aún, con recursos públicos, el cual debería de estar penado en la constitución así como agregarse como un elemento para ser destituido e integrarse en el artículo 86 de la carta magna.
Es por eso la importancia de los pesos y contrapesos, razón por lo cual eran considerados de suma preocupación por parte de grandes pensadores y padres de la democracia así como de la libertad del hombre; establecidos por filósofos como: Locke, Montesquieu, Rousseau, entre otros más, para evitar la tiranía de personajes destructores de la esencia humana, quienes solo les importa ellos mismos y sus ambiciones, de esos abundan mucho en nuestra historia moderna: Stalin, Hitler, Mussolini, Chávez, Castro, Bolsonaro y ahora Obrador.