¡México solicita cortinas de humo!
Con la detención de Rafael Caro Quintero, después de la visita a la Casa Blanca, el gobierno federal, busca la forma de quedar bien ante el gobierno norteamericano y aprovecha desviar como siempre la atención para evitar cuestionamientos de las múltiples fallas de la administración actual en temas económicos, seguridad, inflación, narcotráfico y otros más, mientras tanto dentro de los compromisos obligados a López Obrador quedó el invertir 1,500 millones de dólares para modernizar la frontera para aminorar el flujo migratorio.
Mientras Obrador hacía visita oficial en Estados Unidos, reporteros interceptaron a Raymundo Collins ex funcionario de la CDMX durante el periodo de Miguel Ángel Mancera, además de prófugo de la justicia mexicana, quien iba saliendo de un hotel en Washington D.C., y al cuestionarse el motivo de su presencia en esa locación coincidiendo con el momento de la visita del mandatario mexicano y su comitiva, contestó que “trabaja aquí cerca”, sin dar más detalles, al salir a la calle para esperar un taxi, los comunicadores por obtener más información le siguieron preguntando, pero Collins, nervioso continuó caminando la cera para tratar de esquivarlos.
El ex funcionario quien fungió como titular de Seguridad Pública y la dirección del INVI, en la administración de Mancera, portaba en sus manos un folder verde mismo con que se le vio minutos después en las calles cercanas al Instituto Cultural Mexicano en esa Ciudad norteamericana donde se tenía un desayuno entre la comitiva mexicana y empresarios de ambos países; dentro de los cuestionamiento Collins contestó no haber tenido reunión con algún funcionario del gobierno federal o con el canciller Marcelo Ebrard, con quien también llegó a colaborar en su gestión como titular en la Central de Abastos, e insistió en tener “la ley de su lado”, y su estadía en ese lugar no se relacionaba con la visita de estado del presidente.
Raymundo Collins, es acusado por uso indebido de atribuciones y facultades durante su gestión como funcionario tanto en el Instituto de la Vivienda como de la Secretaría de Seguridad Pública en la CDMX, prófugo de la justicia después del cateo realizado en octubre del 2020 donde se encontraron en su domicilio más de 40 autos de colección, así como obras de arte. Hasta el momento sigue vigente la ficha roja de localización en países de presencia de la Interpol, incluyendo Estados Unidos.
Es claro que la presencia de Collins en Washington D.C., no fue coincidencia, y es posible la negociación con algún funcionario actual del gobierno de Obrador para no ser sorprendido en caso de su detención o llegar a tener los mismos beneficios de Emilio Lozoya en caso de su detención, y con eso de nuevo dar “pan y circo” al pueblo mexicano.