Rusia oficialmente empieza pruebas de misiles nucleares.
Rusia dijo el sábado que planea desplegar sus misiles balísticos intercontinentales Sarmat, capaces de montar ataques nucleares contra Estados Unidos, para el otoño. El objetivo declarado por Dmitry Rogozin, jefe de la agencia espacial Roscosmos, es ambicioso, ya que Rusia informó el miércoles sobre su primer lanzamiento de prueba y los expertos militares occidentales dicen que se necesitarán más antes de que se pueda desplegar el misil. El Sarmat es capaz de transportar 10 o más ojivas nucleares y señuelos, y de atacar objetivos a miles de kilómetros de distancia en los EE. UU. o Europa.
La prueba de esta semana, después de años de retrasos debido a problemas técnicos y de financiación, marca una demostración de fuerza de Rusia en un momento en que la guerra en Ucrania ha disparado las tensiones con los EE. UU. y sus aliados a sus niveles más altos desde la crisis de los misiles cubanos de 1962.
Rogozin dijo en una entrevista con la televisión estatal rusa que los misiles se desplegarían con una unidad en la región de Krasnoyarsk en Siberia, a unos 3.000 kilómetros (1.860 millas) al este de Moscú.
Dijo que se colocarían en los mismos sitios y en los mismos silos que los misiles Voyevoda de la era soviética que están reemplazando, algo que ahorraría “recursos y tiempo colosales”. El lanzamiento de la “súper arma” fue un evento histórico que garantizaría la seguridad de los hijos y nietos de Rusia durante los próximos 30 a 40 años, agregó Rogozin.
El Sarmat, se encuentra entre los misiles de próxima generación de Rusia que Putin ha llamado “invencibles”, incluidos los misiles hipersónicos Kinzhal y Avangard. El mes pasado, Rusia dijo que usó Kinzhal por primera vez en una guerra para atacar un objetivo en Ucrania.
El misil balístico intercontinental superpesado Sarmat está diseñado para eludir los sistemas de defensa antimisiles con una breve fase de impulso inicial, lo que brinda a los sistemas de vigilancia enemigos una pequeña ventana para rastrear. Ha estado en desarrollo durante años, por lo que su lanzamiento de prueba no es una sorpresa para Occidente, pero llega en un momento de extrema tensión geopolítica debido a la guerra de Rusia en Ucrania.
La preocupación occidental por el riesgo de una guerra nuclear ha aumentado desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, lanzó su invasión de Ucrania el 24 de febrero con un discurso en el que se refirió deliberadamente a las fuerzas nucleares de Moscú y advirtió que cualquier intento de interponerse en el camino de Rusia “lo llevará a tales consecuencias que nunca has encontrado en tu historia”.
“La perspectiva de un conflicto nuclear, antes impensable, ahora vuelve a estar dentro del ámbito de la posibilidad”, dijo el mes pasado el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres.